La actriz había denunciado al periodista ante el Inadi por discriminación. A horas de encontrarse para una mediación legal, el periodista le contestó a la conductora.
El conflicto de años entre Florencia de la V y Jorge Lanata tomó más fuerza este último tiempo. Hace unos días, la conductora presentó una carta abierta frente al Inadi denunciando al periodista por discriminación.
En el texto, Florencia relata lo vivido ante la discriminación de Lanata y afirmó: “Me muero de dolor y no encuentro razones más allá de un deseo morboso de señalarme con el dedo por ser lo que decidí ser”.
Hoy, ambos se verán cara a cara en Tribunales, por una denuncia que hizo el periodista contra Florencia por “calumnias e injurias”, cuando ella dijo que Lanata recibía sobres que condicionaban su postura editorial.
A horas del encuentro, Lanata respondió la carta de la actriz. “Yo estoy demandándola a ella por injurias porque dijo que soy coimero y recibo sobres. (En la mediación) puede decir que se equivocó o lo que sea y es suficiente, no quiero seguirle un juicio. Si ella reconoce que mintió, para qué le voy a hacer juicio. No está bien que anden diciendo que uno robó porque no lo hice”, explicó en diálogo con Intrusos.
Al referirse a la denuncia en el Inadi, manifestó: “Ella sobre actúa todo este asunto, no sé con qué interés. La carta es una grasada, está mal escrita. Le recomendaría un taller literario. Además, desde el punto de vista jurídico, no tiene ningún sentido, porque el INADI no es Tribunales. Ellos me pueden mandar una sugerencia nada más, porque libertad de opinión todavía hay”.
“Ella no me está haciendo juicio a mí. Yo le estoy haciendo juicio a ella por injurias. Hasta ahora no hizo ninguna demanda judicial en mi contra”, aclaró.
Luego, recordó el origen del conflicto: “Hace cuatro años dije y lo vuelvo a repetir: para mí Florencia de la Ve es transexual. No creo que sea una mujer. Es mi opinión”, sostuvo el periodista.
Y para calmar las aguas, manifestó: “En el documento ni siquiera debería aparecer el sexo, debería estar sólo el nombre. Al Estado no le tiene que importar con quién se acuesta cada uno. El sexo es un dato que no hace falta”.